viernes, 29 de enero de 2010

A nuestros Camaradas, Compañeros, Amigos y Hermanos

Esta semana se ha consolidado uno de los mayores temores que podría haber tenido cualquier chileno que haya padecido la dictadura militar.

El sistema político, económico y social que se impuso bajo un régimen de sufrimiento, torturas y muerte, luego de 20 años de ser mal administrado por la concertraición de partidos por la democracia, la que en el período del traidor ricardo lagos escobar, se dio hasta maña para legitimizarla; ha reinstalado mediante una campaña enajenante y llena de banalidades a un gobierno de ultraderecha en el poder político de la nación, reinstalando de paso a todos quienes patrocinaron políticamente el quiebre institucional y la imposición por la fuerza del modelo económico que nos segrega actualmente.

Los hechos ya están consumados, los que hicieron mofa durante años de los sufrimientos del pueblo chileno estarán nuevamente en la moneda, la misma que fue bombardeada cobardemente producto de la sedición de estos seudo demócratas.

Lo que se avecina no nos puede ser de ninguna manera gracioso, esto no es una simple elección, no es un simple cambio de mando, es algo que puede sumirnos en una espiral de violencia y persecuciones como ya ocurriera hace casi 37 años, con la sola diferencia que esta vez se hizo por medio de una votación popular que parte de la base de segregar a casi un 40% de los ciudadanos chilenos con derecho a voto.

Para quienes vivimos los oscuros pasajes de la dictadura militar y nos vimos alguna vez encerrados en una parroquia o en una casa clandestina y semivigilada por los organismos de represión imprimiendo panfletos con un mimeógrafo manual, para quienes pasamos parte de la noche junto a una hoguera de neumáticos, para quienes fuimos golpeados brutalmente por exigir en las calles nuestro derecho a expresión y circulación, esto puede ser tremendamente triste. De hecho es una tristeza feroz saber que los mismos que se han reído de las torturas y han justificado los crímenes de lesa humanidad condenados en todo el mundo serán nuevamente quienes administren no sólo el gobierno sino también nuestras vidas.

¿Qué alternativa nos queda a todo esto?

la primera es como dijo un camarada, agachar el moño y quedarnos callados, trabajar (los que puedan) de sol a sol para que se nos pague con fichas de cobre, perdón, con depósitos en tarjetas que pueden ser embargables y por las cuales hay que pagar mantención y otros costos; o bien iniciar un proceso de resistencia organizada como fuera durante la dictadura, que es por lo demás una de las mejores formas de reivindicar nuestro legítimo derecho, ya no sólo a tener nuestras reivindicaciones básicas, sino también de comenzar a valorar nuestra lucha pasada y la actual, de hacer nuestro meaculpa de haber sido pasivos y haber permitido que ineptos acomodados se hicieran cargo de lo que tanto nos costó recuperar.

Hasta ahora podemos ver que todos los poderes están en sus manos. Ya poseían el poder económico y compartían el poder político con los mismos predadores que se coludieron con ellos para cuotear sus privilegios. EL poder judicial siempre ha estado de su lado y sabemos bien que no existe igualdad ante la ley, ya que los que roban a destajo el trabajo del pueblo y los recursos de la tierra, no tienen el mismo tratamiento que aquellos que son empujados a vivir en guetos marginales negándoseles los accesos básicos que debe garantizar un estado a sus pobladores.

El próximo 11 de marzo consolidarán el último de los poderes que les restaba por tener, el poder ejecutivo, el poder máximo del país ahora les permitirá terminar con la obra de la dictadura y completar el despojo de la nación chilena al amparo de los insaciables grupos transnacionales.

Después que se nos despojó de nuestro club deportivo creímos que nada peor podría pasarnos. Ya nos dimos cuenta que cualquier cosa, por muy mala que parezca, siempre puede empeorar. estamos a merced de entidades crueles y despiadadas que no trepidarán un segundo en reventarnos, ya sea económicamente o socialmente.

La invitación es para todos aquellos que tenemos algo de conciencia social, que aún tenemos la capacidad de pensar y soñar con una sociedad más justa, con una sociedad equitativa donde el trabajo no sea el fin último de las personas para alimentar a los grupos económicos, sino que sea un medio para tener una calidad de vida digna, donde no seamos sólo quienes alimentamos un sistema perverso de desigualdad social, sino que seamos personas con derechos y deberes que nos desenvolvamos en armonía dentro de una sociedad que nos valoriza por ser personas y no simples entes de producción y consumo.

La invitación es a organizarnos, es a volver a compartir los ideales con los compañeros de lucha y los amigos libertarios. La invitación es a unirnos y comenzar desde ya una nueva lucha responsable y conciente, la invitación es a hacernos respetar como personas, que dejemos de ser simples elementos en sus pantallas de computador, a que dejemos de ser para ellos segmentos de consumo. La invitación es a que nos organicemos de todas las formas posibles y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance y algo más por recuperar nuestros derechos.

NO está muerto quien pelea y si bien es cierto que estamos como bullangueros condenados a sufrir y a luchar, no es menos cierto que la vida no sería lo mismo si no hubiéramos pasado por todo lo que hemos pasado. Estamos condenados a pelearla y que esa sea nuestra dulce condena.

Aguante la U, aguante la hermandad bullanguera y aguante la lucha conciente...


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